EL HALLAZGO DEL “REPUBLICANO”

Republicano hundido (1)

 El día viernes 23 de Octubre de 2015, los Sres. José Luis Aguilar, Felipe Aguilar y el Sr. Javier Huber Saucedo, realizaban tareas de reconocimiento y filmación del fondo del río Paraná, a la altura de Vuelta de Obligado, como tema de interés del Museo Paleontológico de San Pedro.

 Para tales tareas de reconocimiento, se encontraban en compañía del Sr. Francisco Marcelo Duca, quien colaboraba con el Museo facilitando un equipo de sonar de barrido lateral para observar y grabar el relieve del fondo, profundidades y características de las formaciones sedimentarias que conforman el lecho.

foto

 En estas circunstancias, pasando por un punto determinado del río, observaron elementos sumergidos que llamaron su atención.

    En la pantalla del sonar, 24-NOV-SONAR 0002-C verde 2los Sres. Aguilar, Saucedo y Duca, observaron la
silueta de
un elemento delgado y recto que se alza en el fondo del río, en cuya base se puede apreciar una estructura de aspecto rectangular o similar aflorando en los sedimentos del lecho.

 El objeto delgado que detectaron en el fondo del río, y de acuerdo a la información arrojada por el sonar, está ubicado en forma casi vertical, con una cierta inclinación, estando su punta a unos 8,50 metros de la superficie y su base a unos 18,50 metros de la superficie.

 Esta diferencia de profundidades indica que la altura o longitud del objeto es cercana a los 10 metros, por lo que los autores del hallazgo contemplaron la posibilidad de estar en presencia de un mástil de cierta envergadura sobresaliendo entre los restos de un naufragio parcialmente cubierto por los sedimentos arenosos del Paraná.

 Al realizar un filtrado de una de las imágenes con color amarillo de fondo, se pudo observar que de la punta del mástil cuelgan ciertos elementos no identificados que recuerdan a la unión que habitualmente se hace entre un “palo macho” y su correspondiente mastelero, en una embarcación de navegación a vela.

En cuanto al objeto rectangular en la base del mástil, se deduce claramente que se trata de la sección de popa de un casco de navío semi enterrado en el fondo del Paraná, del cual, utilizando las referencias métricas que provee el programa del sonar de barrido lateral, se logró calcular que tiene una longitud aproximada de 11 metros.

PALO 10

 Habiendo observado que en las inmediaciones de estos objetos el lecho no presenta demasiadas imperfecciones, que se lo nota bastante limpio, visiblemente constituido por arena o limo arenoso que dibuja suaves ondulaciones y, teniendo en cuenta que el Sr. Aguilar fue fundador del Museo de Sitio “Batalla de Obligado”, conociendo al detalle los pormenores del histórico combate que se dio en el lugar, de inmediato se razonó estar ante la posible presencia de restos vinculados a ese enfrentamiento histórico por la Soberanía Nacional.

En los días posteriores, los autores del descubrimiento realizaron sus investigaciones de forma particular, tratando de arrojar algo de claridad sobre el hecho en cuestión.

A tal efecto, llegaron a la siguiente conclusión que desean expresar en la presente comunicación:

1-Habiendo el General Lucio Mancilla dispuesto tres hiladas de cadenas, de costa a costa en el lugar, soportadas por 24 embarcaciones a las cuales, según los documentos escritos, se le habían retirado mástiles y timones.

2-No habiéndose producido hundimiento de navío enemigo alguno durante aquel combate.

3-Que de haber perdido algún mástil algún navío enemigo, éste hubiera flotado y se hubiera alejado de la zona aguas abajo.

4-Que de haberse caído al fondo algún mástil perdido de algún navío nunca hubiera podido mantenerse de forma vertical en el fondo.

5-Que en el sector donde se hallan los restos se produjo un único e intencional hundimiento del único buque de la Armada Argentina (Comandancia General de Marina, en aquella época) que realizó tareas de defensa en la Batalla de Obligado.

6-Que de acuerdo a la fuerza del agua en ese sector del río ningún mástil de 10 metros de altura puede permanecer erguido si no fue arrastrado al fondo por el buque o una parte importante del buque al que pertenecía.

7-Que no existen registros oficiales, de cualquier época, de ningún naufragio conocido para el área en cuestión.

Por todo lo anteriormente expuesto, los autores del hallazgo consideran, de acuerdo a los datos existentes del contexto histórico, haber dado, durante sus relevamientos para el Museo Paleontológico de San Pedro, con los restos del navío conocido como “Republicano”, hundido por su capitán Tomas Craig, luego de agotar municiones, durante la Batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845.

 Solicitud de colaboración a la Armada Argentina

El día 16 de noviembre de 2015, Visita a Base Zárate-16-11-2015los descubridores del naufragio concurrieron a la Base Naval Zárate a los efectos de solicitar la colaboración de la Armada Argentina para la confirmación física del hallazgo realizado.

En la Base fueron recibidos por el Jefe del Área Naval Fluvial, Contraalmirante Germán Cibeira, y el Jefe de Estado Mayor del Área, Capitán de Navío Germán Arbizu.

Una vez analizadas y discutidas las imágenes arrojadas por el sonar, se coincidió en que, indudablemente, se trataba de un naufragio y que se debía realizar un reconocimiento visual del lugar de hallazgo por parte del personal naval para tomar conocimiento del área y planificar posibles trabajos futuros.

100_7237Dos días después, el 18 de noviembre, Aguilar y Saucedo recibieron en San Pedro a los Capitanes G. Arbizu y Luis Paredes, del Cuerpo de Buzos Tácticos y Salvamento de la Armada, a quienes condujeron hasta el sector del río donde se produjo el descubrimiento.

Al finalizar la visita se acordó realizar una nueva pasada del sonar de barrido lateral para tratar de obtener nuevas vistas del mástil presente en el lecho del Paraná.

En ese sentido, el 24 de noviembre Escaneando con el sonarpor la mañana, Aguilar (padre), J. Saucedo y M. Duca, navegaron hasta el punto del naufragio realizando varias pasadas sobre el objetivo marcado en un GPS diferencial, logrando sumar nuevas vistas del objeto, confirmando la presencia del mismo una vez más.

sonar
Al día siguiente,
25 de noviembre, volvieron a la Base Zárate con la nueva evidencia, siendo atendidos nuevamente por el Capitán G. Arbizu, quien confirmó la decisión de enviar una unidad naval al área y personal de buceo especializado, a los efectos de intentar una confirmación visual o física del hallazgo.

Se logra contacto físico con el mástil

El 10 de DiciembreARA CIUDAD DE ROSARIO-el buque que colaboró con el Museo fondeó en Obligado
el buque multipropósito “
Ciudad de Rosario”, con su dotación habitual y un equipo del  Cuerpo de Buzos Tácticos y del Servicio de Salvamento de la Armada Argentina.

En las primeras horas de la mañana, Saucedo y Aguilar arribaron al buque aportando las coordenadas de ubicación del naufragio, elementos fotográficos e imágenes de referencia para lograr la mayor precisión en el posicionamiento de la unidad naval.

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En el transcurso del día, luego de los aprestos correspondientes, personal de buceo de la Armada realizó un buceo de inspección en el punto de interés.

Luego de las tareas de reconocimiento y evaluación, se decidió armar un cabo de descenso con andarivel.

En la noche del jueves 10, alrededor de las 21.30 horas, se pudo establecer contacto con el mástil sumergido a través del andarivel.

Este hecho se repitió por segunda vez una hora más tarde.

Debido a la oscuridad de la noche y el cansancio del día se optó por suspender las tareas hasta el día siguiente.

El día viernes 11 al mediodía, utilizando el mismo mecanismo de andarivel se contactó por tercera vez al objeto.

Al haberse logrado establecer la existencia física del naufragio se consideró cumplida la etapa y se decidió suspender las tareas para, en los días posteriores, evaluar los pasos a seguir, efectuar la difusión pública del descubrimiento y la comunicación, a las autoridades políticas correspondientes, del hallazgo, su existencia y el contacto físico comprobado con este naufragio de alta connotación para el patrimonio cultural de la Nación.

Consideraciones y conclusiones

REPUBLICANO-VISION DEL MUSEO

De acuerdo a los datos obtenidos, las lecturas del sonar y los trabajos realizados en el río, se pueden llegar a deducir numerosos detalles acerca de este descubrimiento.

1-Al no existir registro de naufragio alguno para la zona y con los datos disponibles del contexto histórico, se cree estar en presencia del único buque con un mástil de esas características que se hundió durante la batalla de Obligado, es decir: el “Republicano”. Esta afirmación se ve reforzada por el hecho de que el sonar muestra que el mástil forma parte de una sección de unos 11 metros de casco que aflora en el lecho, una escala que coincide bastante con un casco total de 20 metros como poseía el “Republicano”.

2-Si se observan las cartas náuticas de la zona, se puede ver que el punto de hallazgo se corresponde con el sector donde, se sabe, operó el “Republicano” y que el hecho de que hoy se encuentre en el medio del río obedece a que, en estos 170 años que nos separan del combate, la costa frente a Obligado perdió más de 200 metros tierra adentro. Analizando las profundidades de las cartas náuticas se observa que el “Republicano”, al momento de ser hundido por su Capitán, estaba anclado entre unos 50-80 metros de la costa de 1845.

3-Tomando en cuenta los documentos históricos que señalan que durante la batalla los seis cañones del buque fueron colocados a estribor para disparar hacia el lado de las cadenas, se deduce que fue colocado con la proa hacia la isla y anclado doblemente a proa y a popa, a los efectos de mantenerlo posicionado hacia donde se quería disparar y, además, para contrarrestar los efectos de la fuerte corriente que, de anclarlo sólo en proa, lo alinearía de manera diferente. Este posicionamiento, coincide absolutamente con lo que muestra la imagen de sonar.

4-La imagen muestra que sólo medio barco escapó a ser cubierto por la sedimentación del río. Esto puede obedecer a que, al momento de la explosión inducida por el Capitán Tomas Craig, ésta infligió mayor daño desde la mitad del buque hacia proa, mientras que la zona de popa se mantuvo entera. Al caer al fondo, el buque queda con su mitad anterior desarmada y aplastada siendo sedimentada con el pasar de los años pero su mitad posterior, al mantener su altura, todavía yace a la vista del sonar, escapando del limo.

5-El hecho de estar doblemente anclado para poder apuntar y, a su vez, soportar la corriente sin moverse, hizo que se hundiera en el mismo lugar donde combatía, sin sufrir la lógica deriva de cualquier objeto suelto en el río. De acuerdo a las profundidades que se relevaron, el relieve del fondo, la toma de sonar y el ángulo del mástil en las imágenes, se encuentra sumergido en el fondo del Paraná inclinado hacia proa y notablemente escorado hacia estribor.

Hace unos días se conmemoró un nuevo aniversario de aquella histórica batalla.

Deseamos que este hallazgo se tome como la devolución simbólica a la Armada Argentina de un buque de su propiedad que la Fuerza ofreció en combate defendiendo la soberanía nacional hace 170 años.

FOTO NAUFRAGIO

El “Republicano”- Características y consideraciones

 

Según las fuentes históricas consultadas, no hay planos, esquemas, croquis o dibujos del “Republicano”.

Sólo existe un cuadro, en el Museo Naval, que lo muestra de popa custodiando las líneas de cadenas durante la Batalla de Obligado.

 Es lógico deducir que el autor de la pintura debió, o bien basarse en el verdadero buque, o en la figura genérica de un «bergantín-goleta».

El barco tenía matrícula sarda (existía un importante comercio con Cerdeña por la época y muchos de sus buques fueron comprados por el gobierno).

Originalmente se llamaba «San Giorgio» y se adquirió en Buenos Aires el 4 de junio de 1842 en $f 34.000 (pesos fuertes treinta y cuatro mil) y se incorporó a la escuadra el 15 de julio de ese año, nombrándose como su Comandante a Tomás Craig.

Datos técnicos: 

  • Armamento: 6 cañones de a 10, sobre la banda de estribor.
  • Tripulación: Comandante, 2 oficiales, 9 suboficiales, 21 artilleros y 13 marineros (capacidad máxima).
  • Eslora:20 m.
  • Manga: 6,8 m.
  • Puntal: 3 m.
  • Calado: 1,8 m.
  • Porte: 120 ton.

Por los datos del armamento se puede deducir que éste es correcto respecto a sus dimensiones. Sin embargo,el número de 40 marineros debe tratarse, sin duda, de un refuerzo de soldados, no marineros, para operar los cañones y servir como infantería para el abordaje ya que 40 son muchos para un buque de tan poca eslora. Pero si se tiene en cuenta que no realizaba navegaciones prolongadas, sino operaciones fluviales muy puntuales, esa cantidad le brindaría la necesaria fuerza y poder de combate.

Algunos investigadores suponen que no debió ser muy distinto de las típicas goletas del Río de la Plata como, por ejemplo, la «Sarandí».

Agregan, además, que en su compra pudo haber influido el hecho de ser muy maniobrable, ideal para navegar el Paraná y el Río de la Plata.

Muchos años de experiencia náutica llevaron a preferir este tipo de buques pequeños, maniobrables, de poco calado y fácil de tripular por hombres a veces inexpertos.

En lo que respecta a la altura de los palos, el mayor podría haber estado ligeramente corrido a proa y mediría unos 20 m., en relación aproximada con su eslora  y el mesana, en popa,podría haber medido entre 15y 20 metros.

 Uno de los historiadores navales consultados infiere que “la cubierta corrida, sin puentes, como corresponde a un mercante, debía de tener una o dos escotillas para acceder a las bodegas. Si fuera este el caso se ubicarían una adelante o entre los palos y la otra atrás del palo popel; pero como en el cuadro presente en el Museo Naval no se observa; me inclino a pensar en una escotilla entre ambos palos”.

 En cuanto al armamento que la nave portaba durante la Batalla de Obligado, éste poseía 6 piezas de a 10, las cuales fueron colocadas sobre la banda de estribor para lograr una mayor eficacia de tiro contra las naves enemigas (es decir, que su proa estaba orientada a la costa entrerriana).

Anexos-imágenes

PALO 8

  • La imagen de perfil elaborada por el sonar de barrido lateral muestra, claramente, un mástil de unos 10 metros de altura, en posición casi vertical en el fondo del río. Que haya permanecido en esta posición sólo pudo ser posible si fue arrastrado al lecho por una parte importante del buque al que perteneció.

croquis

  • Croquis de la Batalla de Obligado extraído del libro Conflictos diplomáticos y militares en el Río de la Plata (1842-1845) del Teniente Coronel E. Ramírez Juárez-1938.
    En este dibujo se observa la posición que ocupaba el Republicano defendiendo el extremo más alejado de las cadenas.
    Coincide con el sector donde se realizó el hallazgo.

ilustración

  • Interpretación artística del “Republicano” realizada por J. Rimsa, publicada en el libro del Teniente Coronel Ramírez Juárez.Su arquitectura, según las fuentes, correspondía a la de un bergantín genérico, con dos palos principales como el hallado.
  • Las fotos muestran el momento en que el sonar comenzaba a registrar los restos hundidos en el lecho del Paraná durante las tareas de prospección realizadas por Aguilar (padre e hijo), Saucedo y Duca, por interés del Museo Paleontológico de San Pedro.

Agradecimientos

Para lograr el desarrollo de nuestras apreciaciones se consultaron las siguientes fuentes bibliográficas y se contó con el asesoramiento y apoyo de las siguientes personas e instituciones, a quienes expresamos nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento:

  • Armada Argentina-Comando del Área Naval Fluvial
  • Colección «Buques de la Armada Argentina. 1810-1852. Sus comandos y operaciones» de CL Horacio Rodríguez y CL Pablo Arguindeguy), página 163 del tomo I.
  • Página oficial Fundación Histarmar: http://www.histarmar.com.ar
  • Conflictos diplomáticos y militares en el Río de la Plata (1842-1845)
  • Teniente Coronel E. Ramírez Juárez-1938
  • Licenciado Jorge Vigo
  • Museólogo Pablo Pereyra
  • Museo Paleontológico de San Pedro
  • Museo de Sitio “Batalla de Obligado”
  • Grupo Conservacionista de San Pedro
  • Licenciado Angel Tello (Vice Ministro de Defensa de la Nación) 
  • Autoridades de la Armada Argentina(Muy especialmente al Contraalmirante Germán Cibeira, al Capitán Germán Arbizu y al Jefe de Estado Mayor de Tránsito Marítimo, Capitán Luis Paredes)
  • Secretario del Subjefe de Estado Mayor Conjunto, Capitán Rodolfo Neuss
  • Secretario de Relaciones Institucionales del Senado de la Provincia de Buenos Aires, Sr. Germán López
  •  Práctico independiente de río, Sr. Eduardo Pronotti
  • Destacamento Prefectura Vuelta de Obligado
  • Escribanía Gabriela Botta
  • Empresa Ramón Rosa SA
  • Hotel de Turismo San Pedro

17 Años, 50 Especies

El Museo Paleontológico de San Pedro alcanzó las 50 especies descubiertas por el Grupo Conservacionista en 17 años de trabajo

 

El Museo Paleontológico de San Pedro llegó a las 50 especies descubiertas por el Grupo Conservacionista, desde 1998 a la fecha, y desde este fin de semana, se podrán observar las imágenes de cada género en una muestra armada por la institución a la que ha denominado “17 años, 50 especies”.

En la Sala “Dr. Ricardo Pascuali”, ya se exponen láminas de cada uno de los animales descubiertos hasta hoy. Las figuras de los diferentes mamíferos prehistóricos, moluscos, peces y reptiles cuyos fósiles han sido hallados en San Pedro conforman una galería de imágenes que destaca la enorme tarea de recuperación paleontológica realizada desde la creación del Grupo Conservacionista.

 

Mapa Paleontológico de San Pedro

 

Como complemento de esta muestra, el grupo del Museo ha desarrollado el primer mapa paleontológico del partido, ubicando todos los lugares donde se han hallado fósiles. El mapa reúne, en una sola imagen, el listado completo de las 50 especies descubiertas junto a sus nombres científicos, reseñas y su ubicación en diferentes puntos del partido de San Pedro.

Para esta tarea, realizada a medida que se fueron sucediendo los hallazgos, se utilizó, como cartografía de base, una carta de suelos elaborada hace  unos años por INTA Castelar donde se observan, en diferentes colores, las variaciones del relieve de nuestra zona y sobre la que se han señalado los más de 20 lugares recorridos periódicamente por el grupo en su afán por rescatar el patrimonio paleontológico de nuestro partido.

El mapa es de sencilla lectura. Cantera por cantera, barranca por barranca, se han colocado minuciosamente, los números que señalan el hallazgo de un determinado género. A su vez, en un listado ubicado debajo del mapa, se puede buscar el número correspondiente y acceder al nombre del fósil descubierto y a una breve reseña del mismo.

Como se desprende de la lectura del nuevo mapa, ha sido fundamental la interacción con las diferentes empresas mineras de nuestro partido que han facilitado el acceso del equipo del Museo a sus predios permitiendo, así, numerosos descubrimientos paleontológicos que hoy son difundidos a nivel nacional e internacional.

Asimismo, el descubrimiento del yacimiento en Campo Spósito ha sido la pieza fundamental en la tarea del GCF ya que del total de las 50 especies descubiertas, 28 están representadas en el campo de la familia que muy amablemente ha colaborado desde siempre con el Museo sampedrino.

Le siguen, como lugares más importantes los predios de “Tosquera San Pedro”, de la familia Iglesias; Empresa Biscia, de la familia del mismo nombre; las barrancas del Bajo de Gomila y ciertos sectores en Vuelta de Obligado.

Otros lugares, si bien no poseen gran concentración de restos fósiles, han aportado piezas fundamentales a la colección del Museo, entre los que podemos mencionar: Theriodictis platensis (el cánido fósil que es el emblema del Museo) hallado en la cantera ubicada en las afueras de Río Tala; Coneptaus primaevus, un zorrino prehistórico estudiado por el Museo Rivadavia y hallado en Paraje Espinillo; o los restos fosilizados de Salminus, un dorado de más de 5.000 años hallado al norte de Obligado. O lugares donde se hallaron evidencias del ingreso del mar a nuestra zona en dos oportunidades, hace unos 10 millones y  unos 8.000 años atrás.

El mapa paleontológico representa un importante aporte del equipo del Museo como material que podrá ser utilizado por los docentes cuando aborden con sus alumnos temas como la evolución o cuando quieran ahondar en los cambios que ha experimentado la diversidad de la fauna de nuestra región con el paso del tiempo.

El mapa va a estar disponible, para toda persona interesada, en la página del Grupo Conservacionista www.gcfsanpedro.wordpress.com o se lo puede solicitar impreso concurriendo a la sede del Museo, en Pellegrini 145.

Mapa Fosiles San Pedro

La muestra “17 años, 50 especies” ya se puede visitar de 9 a 12 y de 15 a 18 hs, y los niños menores de 12 años que concurran este fin de semana a visitar el Museo podrán participar por un juego paleontológico sorpresa que será sorteado el próximo domingo 23.

Un fósil de la Antártida al Museo Paleontológico

Hace unos 20 años atrás, Sergio Gustavo Bocchio, era un curioso adolescente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al que le encantaba aprender todo lo que podía sobre esos raros objetos llamados “fósiles”. Y así lo entendió un viejo amigo de su familia que, por su carrera militar, solía realizar viajes al continente antártico por cuestiones de trabajo.´FOSIL ANTÁRTIDA 004

Y fue después de uno de esos viajes cuando se apareció a la casa de la familia Bocchio con un hermoso fósil que había encontrado entre las rocas del continente blanco para regalárselo a Gustavo.

El joven atesoró al fósil por varios años hasta que, en una de sus escapadas a San Pedro, conoció el Museo Paleontológico de nuestra ciudad.

Y tanto le gustó que volvió…pero esta vez con su más preciado tesoro: el ejemplar fosilizado de amonite que su amigo le había traído de la Antártida para cederlo, definitivamente, al Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres”.

 

Características

Los amonites fueron moluscos cefalópodos que habitaron los mares del mundo desde el Devónico (unos 400 millones de años) hasta el Cretácico (hace unos 65 millones de años.

Estos animales marinos estuvieron emparentados con los pulpos y los calamares que hoy conocemos y su diversidad de formas y tamaños fue verdaderamente importante. Algunas especies medían tan sólo unos pocos milímetros mientras que las más grandes llegaron hasta los 3 metros de diámetro, convirtiéndose en verdaderos gigantes del mar.

La concha de estos moluscos presenta numerosas cámaras en su interior que el animal desarrollaba a medida que crecía, mientras que la superficie de la misma podía presentar protuberancias, nudos, espinas o costillas radiales (como rayos de una rueda), tal como presenta el ejemplar cedido al Museo.

Los amonites desaparecieron, coincidentemente, durante la gran extinción de los dinosaurios.

 

 El Museo Paleontológico agradece especialmente a la familia Bocchio por su amabilidad y su contribución a la conformación de la colección de la institución sampedrina.-

Bajo Campodónico: nueva evidencia de la presencia del mar en la zona norte de la provincia de Buenos Aires

La ciencia sabe que hace unos 7.000 años, gran parte de los sectores bajos de la zona norte de la provincia de Buenos Aires se vieron cubiertos por el ingreso del mar que se produjo como consecuencia de un aumento global de la temperatura a mediados del Holoceno. Bajo Campodónico, en el partido de San Pedro, se suma a los puntos donde se han hallado evidencias de aquel antiguo mar.

 Al haber un derretimiento importante de los hielos el nivel de los mares subió varios metros por encima de su nivel actual. Cada una de las partes bajas del norte bonaerense (como el Bajo del Tala, en San Pedro; Bajos de Alsina en la localidad de Baradero; Bajo del Arroyo Espinillo camino a Vuelta de Obligado, también en San Pedro; Bajo del Arroyo Las Hermanas en partido de Ramallo, etc.) se transformaron, durante un tiempo relativamente prolongado, en tranquilas playas con agua salada y fauna marina.

 Y en esa fauna había ballenas, moluscos, peces y toda forma de expresión de la vida marina como hoy la conocemos.

Bajo Campodonico-el mar en el norte bonaerense

Antecedentes en la zona de San Pedro

En los últimos años, diferentes descubrimientos, fueron aportando pistas concretas del accionar del mar en nuestra zona hace más de 7.000 años.

 1-Restos de ballena recuperados por el Sr. Carlos Boari

El hombre recuperó fragmentos del cráneo, partes de una costilla, un trozo de mandíbula y una falange completa, las que puso a disposición del grupo del Museo para enriquecer su colección.

 2- Fragmento hallado por el Grupo Conservacionista de Fósiles

Hace unos años, el equipo del Museo halló, en una estancia de la zona, un fragmento óseo de uno de una ballena conocida hoy como “rorcual común”.

La pieza midió unos 70 cm y pesó unos 20 kg.

 3- Piezas descubiertas por el Sr. Ángel Tejera

Las encontró mientras canalizaba un campo de la zona. Fragmentos de un cráneo, mandíbula, vértebras y otros fragmentos se encuentran, hoy, depositados en el Museo.

Ahora, Bajo Campodónico…

 

En los últimos días, el equipo del Museo recorrió un sector del Bajo Campodónico, a unos 8 kilómetros al Este de la ciudad, donde se logró identificar una capa de sedimentos conteniendo una marcada presencia de moluscos marinos del género Erodona que señalan claramente los puntos que fueron cubiertos por el agua de mar hace milenios.

 Numerosas conchillas blancas muestran una capa depositada en la periferia del humedal presente en la zona, más precisamente, donde el terreno comienza a elevarse formando las barrancas características de ese sector. Esta información indica que la base de esas barrancas fue, en otros momentos del tiempo, el piso de las antiguas playas marinas que se formaron en la región durante un largo período.

 Algunos de los moluscos observados son típicos indicadores de salinidad media normal, es decir 35 partes por mil. Estos moluscos permiten suponer cómo era el ambiente donde vivieron y murieron esas ballenas hace decenas de siglos atrás: playas tranquilas, estuarios de poco oleaje y aguas más bien quietas, es el escenario que suponemos para la zona durante la última ingresión marina.

 Hoy nos puede resultar llamativo pensar en ballenas recorriendo nuestros campos costeros. Sin embargo esa situación se dio durante la ingresión marina del Holoceno.

 Numerosos animales marinos ingresaron por el Río de la Plata y siguieron el cauce del río Paraná hasta pasando Rosario. En aquella época toda la región se convirtió en un inmenso estuario marino donde convivieron grandes y pequeños animales.

Perforando en busca de agua descubren restos de un tiburón prehistórico

El hallazgo se produjo a 52 metros bajo el subsuelo de San Pedro, en provincia de Buenos Aires, en sedimentos de un mar que invadió el continente hace unos 10 millones de años

 

Punto Hallazgo-Vista aérea

Vista aérea del lugar del hallazgo.

Durante una perforación en busca de agua, Roberto y Guillermo Bastía dieron con una capa de sedimentos compactos y quebradizos que llamó su atención. Al retirar las mechas perforantes y observar las muestras, vieron pequeños trozos de material vitrificado y mucha arena.

La sorpresa vendría unos segundos más tarde cuando, al tomar un poco de ese material en sus manos, Roberto pudo ver un filoso y agudo diente que brillaba entre las rocas arenosas que se filtraban en sus dedos.

De inmediato, consultaron  con el equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, quienes observaron que el diente fosilizado pertenecía a una especie de tiburón.

El personal del Museo se acercó al lugar de la perforación, previa charla con el propietario del establecimiento frutícola donde se efectuó el descubrimiento.

El lugar del hallazgo está ubicado a sólo 2 km de la ciudad de San Pedro, en provincia de Buenos Aires, en el predio de la firma GOMILA S.A., sobre la ruta provincial 191. A tan sólo 30 metros de la franja asfáltica y a pocos metros dentro de la propiedad, se perforó el pozo de donde se extrajo el fósil.

 

Un mar de 10 millones de años

Hace unos  10 millones de años, los movimientos de formación de la cordillera de Los Andes, habrían hundido gran parte de nuestro país permitiendo el ingreso del Atlántico al continente.

Desde el Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo responsable del Museo de San Pedro, opinan que “este avance del mar sobre tierras continentales se denomina ingresión paranaense y se retiró unos millones de años más tarde, por influencia de poderosas elevaciones de las sierras pampeanas.

Diversos investigadores señalan que ese período pudo haber estado dominado por un clima subtropical a tropical, debido a la presencia predominante de flora de clima cálido.

Los Bastía han perforaron parte de ese piso marino…

El hallazgo del tiburón en San Pedro, permite tener un conocimiento exacto de la profundidad a la que subyacen los sedimentos marinos que componen la Formación Paraná en la zona norte de la provincia de Buenos Aires: 50 metros bajo el nivel de suelo actual.”

Moluscos junto a un tiburón

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El equipo del Museo Paleontológico de San Pedro realizó un tamizado completo de las muestras que se pudieron recuperar antes del sellado del pozo y en ellas se pudieron rescatar numerosos ejemplares de la fauna de invertebrados que convivía con el tiburón en aquel océano perdido en el tiempo.

Los diferentes ejemplares de moluscos encontrados aún se encuentran en fase de estudio a los efectos de aportar datos climáticos del momento en que vivía el tiburón fósil ya que estos animales poseen preferencias ambientales muy acotadas, brindando una herramienta que permitirá inferir generalidades del clima en ese determinado momento del pasado.

 

Un tiburón prehistórico en San Pedro

Los registros fósiles de tiburones, son extremadamente escasos en provincia de Buenos Aires.DSC_0597modiffbz El único antecedente para la misma antigüedad proviene de la zona de Villa Ballester donde, muchos años atrás, se hallaron en antiguas perforaciones. Aquellos fósiles fueron estudiados por el naturalista argentino Carlos Rusconi.

El filoso diente hallado en San Pedro fue revisado por el Dr. Alberto Luis Cione, Investigador Principal de CONICET, Prof. Titular de la Univ. de La Plata y reconocido ictiólogo del Museo de Ciencias Naturales de dicha ciudad.

Para el paleontólogo, el material pertenece a un tiburón de la especie Carcharias taurus (“tiburón de leznas”) y probablemente proviene de niveles profundos de la Formación Paraná, convirtiéndose en el primer registro fósil de la especie en el interior de la provincia de Buenos Aires”.

Estos tiburones, cuyo nombre científico proviene del griego “karcharos” y significa “afilado”, en alusión a la temible agudeza de sus dientes, han sobrevivido al paso del tiempo y actualmente habitan aguas marinas templadas a tropicales  en distintas partes del  mundo, incluyendo la costa bonaerense.

Su dieta es muy amplia e incluye cangrejos, calamares, diferentes tipos de peces y hasta pequeños tiburones.

Es considerada una especie vulnerable por la  Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Documento revela el número de proyectiles disparados en Obligado

Está firmado por el General Lucio Mancilla (*) y aporta datos desconocidos por la historiografía argentina. Fue descubierto en un periódico publicado en San Pedro, en mayo de 1900.

Durante 168 años se habló, en reiteradas publicaciones, sobre la fuerza de la artillería argentina durante la Batalla de Obligado. Desde siempre, se especuló sobre la magnitud de aquel feroz intercambio de proyectiles con las naves anglo-francesas y en ocasiones se intentó cuantificar el número de balas de cañón lanzadas desde uno y otro lado. Sin embargo, ningún historiador, hasta hoy, había podido dar el dato exacto de las municiones de artillería que dispararon las baterías del General Lucio N. Mancilla (*) durante las 9 horas que duró el combate.

Historia de un documento olvidado

El puntapié de este hallazgo lo dio un integrante del Centro de Estudios Históricos de San Pedro, Sr. Fernando Chiodini, cuando al revisar las amarillentas hojas del periódico sampedrino “El Independiente” del 13 de mayo de 1900, observó la reproducción de varias cartas firmadas por Mancilla (*) y otros oficiales. Chiodini trasladó la novedad al Grupo Conservacionista de Fósiles, entidad dedicada al resguardo de temáticas culturales de la que es asiduo colaborador.

Días después los documentos eran analizados por José Luis Aguilar, integrante del grupo y actual Director de Cultura de San Pedro, quien luego de una revisión de los textos comprendió que revelaban datos desconocidos por la historiografía oficial.

Periódico “El Independiente”

“El Independiente” fue un periódico de aparición dominical editado por Imprenta “La Unión”, propiedad del Sr. Alejandro S. Mascetti, conocido vecino de San Pedro y abuelo del popular periodista César Mascetti.

Dicha imprenta funcionó en la calle Bartolomé Mitre al 275, esquina Fray Cayetano José Rodríguez, de la mencionada ciudad bonaerense, desde 1891 hasta abril de 1928, fecha de su última aparición.

El documento de Mancilla

Durante el mes de mayo del año 1900, en sus números 419, 420 y 421, el periódico “El Independiente” publicó una serie de cartas escritas por el General Mancilla (*) y sus oficiales Juan B. Thorne y Francisco Crespo.

En las cartas, partes de guerra e informes se leen:

  • Pormenores de movimientos posteriores al combate.
  • Un reto público del Gral. Mancilla al Capitán Hotham, de la armada inglesa, “por mal caballero y poco verídico en el parte al Almirantazgo de su Nación…”.
  • Día y hora de regreso de la escuadra invasora. “Son las cinco y media de la tarde, hora en que ha pasado todo el convoy de los salvages unitarios anglo-franceses, solo quedando fondeado de estación en la Punta de Obligado, dos corbetas, inglesa Comus, y francesa Espeditive”, escribe Thorne el 3 de enero de 1846, desde Obligado.

Sin embargo, desde el Grupo Conservacionista opinan que el escrito más importante es el que Mancilla (*) le dirige al Edecán de Rosas, Manuel Corvalán, donde revela, por primera vez, un dato no conocido por los historiadores, hasta hoy.

El 12 de diciembre de 1845, desde El Tonelero, actual partido de Ramallo, Mancilla escribe:

“De conformidad a lo que anuncié a V.S. en fecha 9, salí para el campo de las baterías en la Vuelta de Obligado en la noche del mismo día, llevando conmigo una pequeña parte de mi escolta. Permanecí allí el día diez y once, en cuya noche regresé a este punto, después de haber practicado un reconocimiento, dado las correspondientes órdenes, y hecho recoger y amontonar sesenta balas del más grueso calibre de las que nos han arrojado en el memorable combate del 20, de manera que unidas estas a 3160 que ya había juntado y depositado el mencionado Juez de Paz por mis anteriores órdenes, las que están embutidas en las barrancas de las tres baterías y las innumerables que existen en los cardales y que se recogerán cuando éstos se caigan, y las que recogió el enemigo sobre las baterías, podrá el Exmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la Provincia, Brigadier Don Juan Manuel de Rosas, formar juicio del número de balas, bombas reventadas, granadas y tiros a metralla, con que los enemigos anglo-franceses batieron a nuestras débiles baterías por ocho horas consecutivas y en contestación a cuatro mil nuestras de inferior calibre.

Este es el único documento escrito, con la firma del Jefe federal, donde se cuantifican las municiones disparadas por la artillería criolla mencionando, específicamente, el número de balas de cañón de las que dispusieron los artilleros de las baterías montadas en Obligado hasta el momento de agotarse.

Los cañones, de los calibres 24, 20, 18, 16, 12, 10, 6 y 4 dispararon estos 4.000 proyectiles hasta la mitad de la tarde del 20 de noviembre.

Si bien este documento fue reproducido por el diario sampedrino en 1900, el dato claro y certero del número de balas que dispararon los cañones argentinos nunca fue conocido por los historiadores modernos y quedó perdido en los pliegos ajados de aquel viejo periódico.

(*)El Grupo Conservacionista de San Pedro, autor de este informe, decidió respetar la caligrafía del propio Mancilla y escribir su apellido tal como él firmaba en sus cartas: con “c” y no con “s”.

Hallan fósiles de mamíferos a 15 metros de profundidad

Las piezas, halladas en San Pedro, están siendo analizadas y clasificadas por el Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres”

 Ángel Colombo se subió a su máquina como todos los días. Movió el enorme brazo de la retroexcavadora y comenzó a desgranar la “tosca” de la cantera, como todos los días.
Sin embargo, unos minutos después se dio cuenta que ese no sería un día como todos…
Trabajando con la pesada maquinaria sobre una capa de suelo ubicada a unos 15 metros de profundidad, Colombo observó que había removido  grandes restos óseos con su pala mecánica. Al día siguiente los acercó al Museo Paleontológico de San Pedro buscando conocer de qué se trataba el hallazgo.

Sánchez y Tettamanti revisando los fósiles

Manuel Sánchez y David Tettamanti, colaboradores del Museo, revisan y clasifican las piezas halladas por Colombo a 15 metros de profundidad.
En los próximos días los fósiles serán acondicionados y restaurados para poder ingresar a la colección paleontológica de la entidad.

 

Mastodontes y perezosos

 Los fósiles descubiertos corresponden a dos géneros de mamíferos que habitaron la región pampeana prehistórica durante el Pleistoceno medio  a superior. Entre las piezas, el Grupo Conservacionista de Fósiles (equipo del Museo) logró identificar partes de un Mastodonte (Stegomastodon platensis) y de un perezoso gigante de la familia Milodontidae.

 Del mastodonte o “elefante” prehistórico se pudieron recuperar grandes fragmentos de la parte frontal de su enorme cráneo; más precisamente, del sector donde nacían las defensas o “colmillos” del pesado animal.

 Esta especie habitó las llanuras de la provincia de Buenos Aires frecuentando áreas con abundantes pasturas cercanas a los cursos de agua.

 En la zona de San Pedro los hallazgos de mastodontes se dan, por lo general, en una capa de sedimentos verdosos correspondientes a un período cálido y húmedo donde se nota una presencia numerosa de estos grandes mamíferos.


 En cuanto al perezoso, Colombo acercó, al Museo, fragmentos de costillas, algunas vértebras de la cola, una ulna (hueso del antebrazo) y una tibia y fíbula completas y articuladas. Si bien aún no se ha finalizado con la limpieza y acondicionamiento de los restos de este animal, ya se puede inferir que se trataría de uno de los grandes perezosos agrupados en la familia Milodontidae, que incluía géneros como Glosssotherium, Scelidodon, Mylodon, etc.
Estos herbívoros llegaron a medir unos tres metros y medio de longitud y pesar más de 1 tonelada. Algunas de las especies eran expertas cavadoras llegando a construir cuevas de importante tamaño para refugiarse de los depredadores.

El equipo del Museo Paleontológico de San Pedro agradece a todos los vecinos que, como el Sr. Ángel Colombo, colaboran para incrementar la colección paleontológica de la ciudad.

El hallazgo de un fósil identifica una Edad prehistórica

Son restos de un mamífero descubiertos en San Pedro, a 170 km de Buenos Aires. El descubrimiento fue realizado por el Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres”.


 El conjunto de fragmentos fosilizados afloraba entre las “toscas” de una capa de sedimentos que había quedado expuesta por la pala de la excavadora en una vieja cantera. El andar del equipo del Museo Paleontológico de San Pedro se detuvo ante ese fósil que buscaba escapar de una destrucción asegurada.

 Una vez recuperadas, las piezas se depositaron en el laboratorio del Museo donde se les realizó la limpieza y protección correspondiente. Al observarlas, se comprobó que se estaba en presencia de un ejemplar de Mesotherium cristatum, un mamífero de “aspecto similar” a los carpinchos actuales.

EL LUGAR

 El Paraje “La Buena Moza”, sitio donde se descubrió el fósil, está ubicado a pocos kilómetros de San Pedro, en el norte de la Provincia de Buenos Aires, a unos 170 km de la Capital argentina. Este pueblo de predominante actividad agropecuaria está rodeado de caminos rurales que periódicamente son acondicionados con la “tosca” extraída de canteras cercanas. De una de esas canteras, y de una capa ubicada a unos 10 m de profundidad, proviene el fósil recuperado.

LAS PIEZAS HALLADAS

 Dentro de las piezas descubiertas se encuentran la base del cráneo con la dentición completa y fragmentos de su parte anterior, una escápula fragmentada, el extremo proximal de una tibia y un fragmento de uno de los fémures.

El fragmento de tibia reveló que el ejemplar descubierto estaba, aún, en la etapa juvenil ya que una de sus epífisis (los extremos del hueso) no estaba bien unida a la tibia y no se conservó. Una característica general de los animales en su etapa de desarrollo es que al estar en crecimiento los extremos de sus huesos todavía son cartilaginosos y si el ejemplar muere (como en este caso) ese extremo (o epífisis) se desprende y no se fosiliza.

CARACTERÍSTICAS DEL MESOTERIO

 La apariencia de estos animales presentaba cierta similitud con los carpinchos actuales, aunque no estaban emparentados.

 Sus patas, cuyos dedos poseían pezuñas, permiten suponer que habrían sido utilizadas para remover tubérculos y raíces de las cuales se alimentaba.

 Aunque se desconoce si llevaba vida solitaria o vivía en grupos, algunos investigadores lo señalan como posible habitante de ambientes lacustres.

UN FOSIL CON HISTORIA

 El Dr. Eduardo Tonni, Jefe del Departamento Paleontología de Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, Investigador del CONICET y colaborador del Museo de San Pedro, destaca la historia del fósil descubierto señalando: “Este mamífero fósil fue primeramente mencionado, como “Typotherium”, por el geólogo francés Auguste Bravard en 1857, quien halló numerosos restos en las “toscas del río de La Plata” que quedan expuestas durante las mareas bajas en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires.  Posteriormente, en 1882,  el químico, zoólogo y geólogo alemán Adolf Doering, integrado a la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba, a instancias del presidente Sarmiento, utilizó a Mesotherium (aún denominado “Typotherium”)  como fósil característico del “pampeano inferior”.

 Es el naturalista argentino Florentino Ameghino quien, fundamentalmente a partir de 1889, caracteriza al “pampeano inferior” o Ensenadense por la presencia de Mesotherium, al que considera un fósil “exclusivo” de esos niveles. El criterio de Ameghino perdura hasta nuestros días.”  

VALOR DEL HALLAZGO

 Desde el Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, se indica el valor de este hallazgo informando que: “Debido a que estos llamativos animales habitaron exclusivamente durante la edad geológica denominada “Ensenadense”, la sola presencia de sus restos en un sedimento sirve para conocer la antigüedad de los mismos.

 La Edad Ensenadense está incluida dentro de la Época Pleistoceno y transcurrió entre unos 500.000 y 1.800.000 años atrás y sólo en ese lapso vivió el Mesotherium cristatum.

 A los fósiles con esta característica se los denomina “indicadores bioestratigráficos” ya que son formas de vida cuyos restos fosilizados permiten establecer la precisa antigüedad de las rocas que los contienen debido a que vivieron en un rango temporal acotado.

 El fósil hallado en San Pedro permitirá confirmar la ubicación de las capas de la Edad Ensenadense en el norte de la provincia de Buenos Aires y aportar un nuevo dato al perfil geológico estratigráfico de la región para futuras investigaciones paleontológicas.”

Hallazgo en la Reserva Paleontológica “Campo Spósito”

La última expedición del Museo Paleontológico relevando la reserva de fósiles ubicada en el campo de la familia Spósito arrojó un interesante resultado.

Entre los sedimentos arcillosos de color verde grisáceo que conforman una capa de unos 70 cm de espesor, se halló el húmero casi completo de un Toxodonte (Toxodon platensis, según su nombre científico).

El fósil descubierto es una maciza pieza de 35 cm de longitud, unos 21 cm en su ancho máximo y un peso de unos 5 kg.

Ubicación del fósil en el cuerpo del animal:

La excavación, en la que se extrajeron otros fósiles que aún restan identificar, demandó una tarde completa y estuvo a cargo de Luciana Petrelli, los hermanos Juan José y Luis Dzickiewicz, Fernando Chiodini, José Ignacio Verdón y José Luis y Felipe Aguilar; todos integrantes del Grupo Conservacionista de Fósiles.

Características del animal:

Toxodon era un mamífero ungulado (con pezuñas) de aspecto similar a un rinoceronte actual, endémico de América del Sur. Se lo considera un animal pesado, caminador y predominantemente pastador.

Es posible que haya preferido ambientes abiertos en proximidades de cuerpos de agua. De hecho, parte de las evidencias fósiles rescatadas en el partido de San Pedro fueron extraídas en sedimentos asociados a antiguos humedales, como el caso del húmero hallado recientemente.

El género Toxodon logró su máximo desarrollo durante las edades Ensenadense y Lujanense, en el Pleistoceno superior, a través de las especies T. ensenadensis y T. platensis respectivamente.

La reconstrucción de su esqueleto ha permitido sugerir que medía unos 3 metros de largo, con una altura que habría rondado entre 1,70 m y 1,80 metros de altura.

La pieza pesa unos 5 kg y es extremadamente maciza.

Su boca poseía dientes enormes que le permitían arrancar grandes cantidades de vegetales; algunos de esos dientes llegaban a medir hasta 25 cm de largo.

Su cabeza era soportada por un cráneo que alcanzaba los 80 cm de longitud y sus extremidades estaban preparadas para aguantar un peso corporal que superaba la tonelada (+1000 kg).

Desde el descubrimiento del lugar, los hallazgos de fósiles de Toxodon en la Reserva Paleontológica han sido muy frecuentes, detalle que permite suponer que estos enormes herbívoros eran muy numerosos en aquel ecosistema prehistórico que se hallaba presente en el Bajo del Tala durante el Pleistoceno medio.

Una pelvis prehistórica

Fue descubierta en San Pedro, a 8 Km. del casco urbano

Un pequeño fragmento de hueso fosilizado afloraba de los sedimentos del antiguo lecho de río que hace miles de años corrió por Campo Spósito, un lugar ubicado en la zona llamada “Bajo del Tala, en las afueras de San Pedro.

A pesar de estar semi oculto por las gramillas y las rocas fue advertido por las miradas inquisidoras del Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico de San Pedro.

De inmediato la búsqueda se transformó en extracción, se desempacaron las herramientas y, poco a poco, comenzó a liberarse el fósil de la tierra que lo cubría. El asombro aumentó al verse que la pequeña pista era, en realidad, una pelvis de gran tamaño que superaba los 70 cm de ancho con algo más de 50 cm de altura.

Una detenida revisión de la pieza, luego de quedar expuesta, reveló que presentaba numerosas fracturas producidas por la erosión sufrida durante su fosilización. Debido a la fragilidad que presentaba se recurrió a la técnica de enyesado que consiste en recubrir el fósil con mallas de algodón embebidas en yeso líquido que al solidificarse forman una dura coraza que permite transportar el material hasta el lugar de restauración. De esta forma la pelvis llegó al Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres” luego de atravesar los 8 km que lo separan del lugar del descubrimiento.

Luego del sellado de grietas, reparación de fracturas y el endurecimiento general con masilla plástica del valioso fósil se realizaron las comparaciones y análisis de rutina para tratar de establecer a qué extinto animal había pertenecido el gran hueso.

La gran pelvis descubierta en Campo Spósito

El equipo del Museo encaminó su atención a un animal de talla y aspecto similares a los de un camello actual, un mamífero autóctono de la llanura pampeana prehistórica que no dejó descendientes luego de desaparecer a principios del Holoceno. Perteneciente al Orden Litopterna (que significa «tobillos simples», ya que a su descubridor le parecieron más sencillos que los de los caballos con quienes los comparó) poseía un cráneo que, por la posición de las fosas nasales, indicaría que tenía una pequeña trompa o prolongación muscular que le habría permitido aferrar los pastos de los que se alimentaba.

Macrauchenia patachonica, tal el nombre científico de este animal, habitó el continente sudamericano en espacios abiertos, con vegetación de sabana. Sus patas poseían tres dedos en cada pie al igual que los tapires actuales. Su cuello era alargado y los huesos de su esqueleto indican que era más robusto y corpulento que un caballo. Los últimos ejemplares de esta curiosa especie se extinguieron tiempo después que el hombre comenzara a poblar el continente sudamericano.

Esta mezcla de camello, caballo y tapir fue uno de los géneros de mamíferos más curioso y característico que habitó la región en los últimos dos millones de años.

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