Fue un campamento de cazadores nómades ubicado a orillas
del arroyo del mismo nombre.
Una familia de Río Tala realizó un importante hallazgo arqueológico referido
a restos de alfarería indígena muy ornamentada.
Las piezas, unas 26 en total, fueron recuperadas por el Sr. Héctor Jorge Ortiz, actualmente fallecido, en diferentes jornadas de pesca en el Arroyo “El Tala”, a pocos kilómetros de su desembocadura en el riacho Baradero.
El hombre, en sus caminatas por el lugar, descubrió un punto donde una comunidad de nativos supo tener un campamento de caza en la zona.
Hace unos días su esposa, Sra. Luisa Ester Ratine, junto a su nieto, el joven Juan Cruz Roa, acercaron las piezas de cerámica al Museo Paleontológico para su estudio y deposición.
Si bien los familiares poseen una vaga idea de dónde encontrara los objetos el
Sr. Ortiz, aún no se ha podido ubicar el punto exacto. Actualmente la zona está siendo relevada por el equipo del Museo ya que el lugar estaría ubicado entre las vías del ferrocarril y el sector de Campo Spósito.
Los restos de alfarería, si bien se asemejan en su conformación a los hallados por el Grupo Conservacionista en el Parque Histórico Natural de Vuelta de Obligado, presentan en su superficie una serie de diseños muy elaborados, donde predominan líneas continuas, líneas punteadas y figuras geométricas de diversa índole.
El hallazgo de esta cerámica representa una excelente oportunidad para aumentar los conocimientos sobre los grupos aborígenes que habitaron el norte de Buenos Aires, ya que un estudio realizado por la Dra. María Amanda Caggiano, del Instituto Municipal de Investigaciones Antropológicas de Chivilcoy e investigadora del CONICET, señala que “de acuerdo a los registros arqueológicos la proporción de la cerámica decorada es muy inferior, en relación, a la que no ofrece diseños incisos o pintados”.
Esta investigadora y sus colaboradores señalan que “una actitud natural del indígena bonaerense fue registrar en lo que producía, imágenes de su entorno y en el caso de la alfarería es lícito observar en su iconografía (es decir, dibujos), la enfatización de la dominante horizontal (a través de líneas)”, refiriéndose a la lejana línea del horizonte visible en toda la llanura pampeana.
En su aporte a esta investigación, la Dra. Caggiano, comenta que “el
término grabado, se aplica al diseño realizado cuando la pasta o la pared de la pieza estaba seca. No es el caso de la alfarería de la zona, que el diseño se realizaba cuando aún estaba húmeda, es decir se practicaban incisiones”.
Las observaciones realizadas por el Grupo Conservacionista de Fósiles permiten sugerir que las piezas de alfarería descubiertas en Río Tala corresponderían a la modalidad decorativa denominada “Lechiguanas”, una de las más tempranas del Delta del Paraná.
Los comienzos de esta modalidad decorativa han sido calculados, por

Los fragmentos de vasijas, ollas y escudillas (platos) hallados por el Sr. Ortiz conforman un material muy escaso y por ende muy valioso para el estudio de las comunidades aborígenes de la provincia de Buenos Aires.
algunos investigadores, entre el 600 y el 800 antes de Cristo.
Desde el Museo Paleontológico se señala que es asombrosa la diversidad de los dibujos geométricos que se pueden observar en la cerámica hallada, hecho que pone de manifiesto el alto grado de destreza alcanzado por los pueblos aborígenes de la zona.
Este nuevo sitio arqueológico en Río Tala, junto al de Vuelta de Obligado, permitirán ir elaborando un mapa de la distribución, en el partido de San Pedro, de las comunidades nativas en épocas prehispánicas.
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