Fueron halladas por el personal del Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres” y son piezas de diferentes mamíferos que habitaron la región durante el último millón de años
A 170 km de Buenos Aires, en partido de San Pedro, se encuentra un sector denominado Bajo del Tala. Allí, en un predio propiedad de la firma arenera Spósito SA, miembros del Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo responsable del Museo Paleontológico de la citada ciudad bonaerense, hallaron numerosas piezas de curiosos animales que habitaron la llanura durante el último millón de años.
En un sector de barrancas, humedales, riachos y gran diversidad de fauna silvestre, el grupo del Museo dio con los restos fosilizados durante uno de sus recorridos periódicos por la zona.
Entre los fósiles descubiertos hay restos de Lestodonte (perezoso gigante; se recuperaron vértebras, un fragmento de pelvis y una mandíbula), Morenelaphus (ciervo prehistórico; una punta de cornamenta y parte de una extremidad), Toxodonte (herbívoro de gran porte; una ulna y metápodos), Mastodonte (“pariente” prehistórico de los elefantes; un molar fragmentado), Tucu-tuco (pequeño roedor, ambas mandíbulas y las extremidades) y un Milodóntido (familia de grandes mamíferos extintos; se recuperaron pequeños huesos dérmicos).
Desde el equipo del Museo, señalan que “Esta asociación de fauna con restos de seis especies permitirá realizar una interpretación del ecosistema que habitaron, basándonos en las preferencias climáticas que se conocen para estas especies. También, se podrá inferir sobre los diferentes tipos de vegetación que tapizaban aquel paisaje a través de los hábitos alimentarios sugeridos para estos animales”.
José Luis Aguilar, miembro fundador del Museo, comenta que “este inusual hallazgo suma la particularidad de haberse producido en un área muy reducida, de apenas unos pocos metros cuadrados de superficie. Las observaciones sobre el sedimento permitieron revelar que en el pasado lejano, el sector formó parte del lecho barroso de un antiguo curso de agua.
Este dato explica por qué los restos se concentraron en ese punto, al haber sido arrastrados por la fuerza de aquel río.”
Característcas de los animales hallados
Lestodonte (Lestodon armatus)
Los Lestodontes fueron parientes de los perezosos actuales pero alcanzaron un desarrollo corporal asombroso.
Los adultos llegaban a pesar más de 3.000 kg y a medir unos 4 m de longitud.
Sus manos estaban armadas con largas y afiladas garras que, en algunos ejemplares, medían unos 25 cm de longitud.
Precisamente, dado su gran tamaño, tenían pocos predadores naturales pero se cree que sus crías eran vulnerables a los ataques de los carnívoros que acechaban en aquellos tiempos salvajes.
Toxodonte (Toxodon platensis)
Estos animales eran herbívoros y algunos paleontólogos los asocian, principalmente, a ambientes cercanos a ríos o lagunas.
La parte anterior de su cráneo y sus mandíbulas estaban diseñadas en forma de “pala” que, equipadas con enormes piezas dentales, les permitían cortar y machacar grandes cantidades de vegetación en cada bocado.
Poseían largos caniniformes que, en algunos ejemplares llegaban a medir unos 30 cm de longitud.
El peso de estos animales se estima en unos 1500 kg y su longitud llegaba a los 3 metros. Su altura, a la cruz, era de unos 1,70 metros.
Morenelaphus (Morenelaphus brachiceros)
Este ciervo habitó la llanura pampeana durante el Pleistoceno medio y superior y algunos investigadores opinan que poseía una dieta basada, principalmente, en tallos tiernos que cortaba con sus dientes de los matorrales de baja altura que tapizaban esta región.
Fue una especie de tamaño corporal medio dentro de la familia Cervidae, con una cornamenta en forma de “S” muy desarrollada.
Mastodonte (Stegomastodon platensis)
Los mastodontes, pertenecieron a la familia de los gonfoterios (Gomphotheriidae), parientes cercanos de los elefantes actuales (familia Elephantidae) y del poderoso Mamut (Mammuthus, Elephantidae), de colmillos enrulados, cuerpo cubierto de grueso pelo y un tamaño algo mayor.
En África y Asia los proboscídeos (como se denomina a este grupo de animales con “trompa”) sobrevivieron hasta nuestros días en las formas de los elefantes que hoy conocemos.
Tucu-tuco (Ctenomys sp.)
Representa el género de roedores subterráneos más variado de todo el mundo, con unas 60 especies distintas. Los tuco-tucos están actualmente distribuidos en una gran área de América del Sur que va desde los 15° de latitud sur hasta los 55° de latitud sur. Habitan en su mayoría en suelos sueltos y bien drenados, dentro de una amplia variedad de ambientes con vegetación variable, aunque con predominio de zonas abiertas.
Los fósiles más antiguos del género han sido registrados en los sedimentos del Plioceno (alrededor de 3 millones de años) en la región costera de Mar del Plata y Chapadmalal, así como en el noroeste de la Argentina, en la Quebrada de Humahuaca.
Milodóntido (Mylodontidae )
Estos animales fueron bestias de entre tres y cuatro metros de longitud que habitaron la llanura pampeana hasta el Holoceno temprano (+/- 8.000 años).
Algunos trabajos científicos han confirmado su capacidad de excavar cuevas para guarecerse y tener a sus crías.
Su alimentación era herbívora y su característica más distintiva era la conformación de su piel, la cual poseía, en algunos géneros, una red de pequeños huesillos dérmicos. Miles de estas osificaciones distribuidas en diversas partes del cuerpo le conferían una gran resistencia.
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